12 Ene Primeros pasos para afrontar una depresión
Detectar la depresión en sus inicios es de vital importancia para poder agilizar la recuperación. Cabe destacar que sentir tristeza en algún momento de nuestro desarrollo vital es normal. Sin embargo, estar deprimido clínicamente no lo es. Así pues, si sientes anhedonia, decaimiento general, sensación continua de malestar o impotencia frente a las exigencias y pequeñas complicaciones de la vida, es hora de pedir ayuda. Veamos con más detalle qué síntomas nos advierten de la aparición de este trastorno, qué puedes hacer y cómo se diagnostica.
Síntomas previos de la depresión
¿Sabes identificar los síntomas de depresión? Esta patología afecta tanto al cuerpo como a la mente. De este modo, es frecuente que notes cambios en el patrón del sueño, el apetito, e incluso en la concepción que tienes de ti mismo y del mundo en general.
Queremos destacar que estar deprimido no es sinónimo de debilidad ni una elección personal. De no tratarse correctamente, los síntomas podrían alargarse meses y años. A continuación te presentamos las señales previas más representativas que deben ponerte sobre aviso.
1. Sentimiento de tristeza, vacío acusado y ansiedad.
2. Falta de interés en actividades que siempre te han producido placer.
3. Pérdida de energía o fatiga.
4. Dificultad para conciliar el sueño, insomnio o, por el contrario, dormir demasiado.
5. Emociones aplanadas: pérdida de toda expresión emocional.
6. Pesimismo, desesperanza, sentimientos de fracaso o culpa.
7. Retraimiento social.
8. Problemas físicos que persisten en el tiempo y que no responden a tratamientos, como dolor crónico, jaqueca, problemas digestivos, sensación de tensión interna, pérdida de apetito, mareos, etc.
Es probable que reconozcas alguno de estos síntomas físicos que están presentes en dos tercios de pacientes con depresión. Sin embargo, a veces resulta difícil establecer una relación directa entre ellos y este trastorno psicológico.
Exámenes de diagnóstico
La depresión no solo se da en adultos, sino que también hace su aparición en niños y adolescentes. Para saber con seguridad si se padece esta enfermedad, es recomendable acudir a un experto que sepa cómo detectar la depresión. Un diagnóstico temprano es muy positivo para una recuperación más rápida. Se trata de ayudar a reequilibrar los neurotransmisores de nuestro cerebro.
Para saber si estás deprimido, tu médico te hará un examen físico y te preguntará sobre tus sentimientos y tu estado de salud general. También sobre tus niveles de energía, cambios en el apetito, tu interés en las actividades del día a día… Debes contestar siempre de manera honesta. Por otra parte, algunas enfermedades pueden ser la causa. Por ello, un análisis de sangre será determinante para descartar cualquier problema físico del tipo de una anemia o niveles bajos de la hormona tiroidea.
Respecto a niños y adolescentes, es común que la depresión venga acompañada de otras afecciones: ansiedad, trastornos alimenticios o TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Además de realizarle al paciente las preguntas pertinentes y examinarlo físicamente, es probable que sus padres tengan que rellenar un formulario sobre los síntomas que observan en su hijo. En pacientes más jóvenes las rabietas, mal humor y el aislamiento social se asocian a signos de depresión.
El profesional se encargará de prescribir el tratamiento más adecuado según la gravedad. Además, la psicoterapia juega un papel muy importante, pues con frecuencia la combinación de fármacos y psicoterapia es la que proporciona los mejores resultados.
Qué hacer si tienes principio de depresión
Cuando caemos en un serio estado de apatía y tristeza, no es de extrañar que nos cueste tomar la decisión de pedir ayuda. A veces el cansancio puede ser inhabilitante. Deberás reunir fuerzas y pedir ayuda a tu médico, pues es fundamental descartar problemas físicos que sean la causa. Esfuérzate por acudir a todas las citas médicas y toma los medicamentos siempre según la pauta indicada.
A diario puedes seguir una serie de recomendaciones que te ayudarán a estar más activo y a no caer en una desgana de la que te resulte difícil librarte.
– Haz ejercicio. Mover el cuerpo te proporcionará más energía y bienestar mental. Sin duda, es una de las mejores maneras de prevenir la depresión, ya que el nivel de serotonina en tu cerebro se incrementará de manera notable.
– Come bien. Lo que comes influye directamente en tu estado de ánimo. En el cerebro se producen cambios químicos que te harán sentir mejor o peor dependiendo de lo que comas. ¡Cuidado con el azúcar blanco!
– Sal de casa. Apaga la tele, desconecta de las redes sociales y sal a pasear. Sabemos que no te apetece, pero hazlo de todos modos. Salir estimula tu cerebro y facilita la generación de los neurotransmisores encargados de regular tu estado de ánimo.
En definitiva, detectar la depresión de forma temprana es clave para una óptima recuperación en un periodo más corto de tiempo. Si crees que puedes estar en las primeras fases, es importante que visites a un profesional especializado en psicología. Recuerda que un diagnóstico adecuado resulta fundamental para hacer frente a este padecimiento con éxito.