Principales causas de la amaxofobia

amaxofobia

Principales causas de la amaxofobia

Mucha gente tiene fobias, pero algunas son más difíciles de sobrellevar que otras porque afectan a su vida diaria. Hay quien teme a las arañas, a los espacios pequeños o a las alturas, pero ¿y aquellos que padecen de pánico a conducir?

Qué es la amaxofobia

Así se conoce a la fobia que padecen aproximadamente el 33 % de las personas. Según un estudio, el 22 % de los conductores españoles sienten ansiedad al conducir. Un porcentaje algo menor incluso abandona esta actividad por su incapacidad de dominar el miedo.

Según el psicólogo Ignacio Calvo, la amaxofobia es una fobia de carácter situacional que se produce antes y durante la conducción. Al contrario de lo que se pueda pensar, no es producto únicamente de la inseguridad ante la conducción propia, sino de otros factores como el comportamiento del resto de los conductores, por ejemplo.

En el momento en que la persona afectada se dispone a subir al coche, experimenta ansiedad y un alto nivel de estrés que puede derivar en un ataque de pánico.

A quién afecta

Al parecer, es un miedo que se observa más en mayores de 40 años (especialmente en mujeres), aunque los especialistas confirman que muchos hombres se esfuerzan por ocultar su ansiedad quizá ante la presión social que indica que esta actividad aún se considera masculina.

Sea cual sea el género o la edad, lo cierto es que todos ellos encuentran con facilidad excusas para no subirse al coche y, por tanto, alternativas para moverse sin necesidad de coger el volante. Precisamente esto causa que se les olvide cómo se conduce y que, por tanto, les genere más ansiedad la posibilidad de volver a hacerlo.

Síntomas

Son múltiples los síntomas que puedes detectar en esta fobia:

– Pánico y terror al conducir.

– Sudor, mareos y náuseas.

– Ansiedad.

– Pesadillas y falta de descanso.

– Imaginar posibles accidentes de tráfico nada más subir al coche.

– Aumento del ritmo cardíaco.

– Dolor de pecho.

– Llanto.

– Pensamientos negativos.

– Aislamiento y baja autoestima.

– Respirar con dificultad.

– Temblores.

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Mujer sufriendo un ataque de pánico al conducir.

Por qué te da miedo conducir

Existen diversas causas para desarrollar fobia a la conducción, que dependen de las experiencias de cada persona. Fíjate en estas, que son las más comunes:

– Haber sufrido un accidente de tráfico.

– Secuelas físicas o mentales tras una experiencia traumática.

– Miedo a tener un ataque de pánico.

– Creer que los conocimientos adquiridos en la autoescuela fueron insuficientes.

– Sospechar que los pasajeros no se sienten seguros ante la conducción.

– Temor a que un ser querido salga herido (por ejemplo, los hijos cuando viajan en el mismo coche).

– Miedo a circular por sitios desconocidos o con mayor tráfico.

– Genética: predisposición a sufrir ansiedad.

– Baja autoestima por ser conductor novel.

– Conducir en circunstancias climatológicas adversas.

– Sentimiento de rechazo por las personas del entorno.

Cualquier elemento susceptible de generarte incertidumbre, miedo o sensación de peligro puede llegar a convertirse en una fobia. En este caso, si la persona que la siente termina decidiendo que ya no quiere conducir más, la fobia se verá reforzada y, por tanto, el miedo a conducir será cada vez mayor.

Por eso es importante iniciar un tratamiento que intente superar el miedo paso a paso, con seguridad, hasta que la persona sea capaz de afrontarlo por ella misma.

Algunas pautas para superarlo

A menudo, el entorno que rodea a una persona con fobia a conducir se limita a aconsejarle que solo tiene que coger el coche y, en caso de no hacerlo, puede llegar a ridiculizarlo. Esto hace que la persona que sufre la fobia se sienta cada vez más aislada e incomprendida. Por este motivo, muchas deciden esconder ese miedo a conducir, para evitar los juicios ajenos.

El pánico a conducir es una fobia más común de lo que se cree y, como tal, es tratable. Encontrar una solución es posible gracias a profesionales de la psicología con experiencia en este campo. El proceso comienza cuando se identifica la forma en que se manifiesta la fobia que causa esa conducción bloqueada para, a continuación, averiguar en qué nivel se encuentra.

Al tratar la amaxofobia se pasará por distintos niveles. Hay que identificar esos pensamientos que anticipan una catástrofe al volante y conocer por qué se tienen. Es necesario que el paciente entienda que no tienen por qué ocurrir y que, si ocurrieran, se podría reaccionar para obtener una solución. En cualquier caso, el siguiente paso es poner en práctica técnicas de relajación que ayuden a evitar la ansiedad o que, al menos, se pueda controlar. Ejercicios que desarrollen el autocontrol para, finalmente, conseguir un grado de seguridad en uno mismo.

Enfrentarse al miedo de forma gradual también es algo que funciona llegado el momento. Poco a poco, con cada pequeño contacto con el coche, se irá ganando en confianza. El pánico a conducir es una fobia común que, por suerte, tiene solución. Si la sufres, lo mejor es que pidas ayuda profesional.

Ademas, en el Centro Impulsa podemos ayudarte a superar este miedo a través de recursos tecnológicos avanzados como la realidad virtual. Para cualquier consulta no dudes en llamarnos al 951 459 771. Estamos en Málaga capital en Calle Martínez Campos, 16