Crisis de ansiedad: cómo actuar

Crisis de ansiedad: cómo actuar

¿Sabes cómo actuar ante una crisis de ansiedad? La respiración agitada, la pérdida de control sobre tu propio cuerpo, mareo… Todos son síntomas que debemos saber cómo gestionar. Sentir ansiedad ante una situación de estrés puntual es positivo y normal. Se trata de un mecanismo del cuerpo que nos hace reaccionar con éxito ante una preocupación o problema no sostenidos en el tiempo.

Sin embargo, cuando aparecen miedos intensos que persisten frente a determinadas situaciones del día a día, debemos empezar a preocuparnos. Esto podría llevarnos a alcanzar un pico máximo de terror en cuestión de minutos. Cuando esto ocurre, estamos ante un ataque de ansiedad. Este problema puede empezar ya en la infancia o adolescencia, y continuar hasta la edad adulta. Veamos con más detalle en qué consiste este trastorno psicológico y qué hacer ante una crisis.

Cuándo y por qué se producen las crisis de ansiedad

Los expertos señalan que no está del todo claro el porqué de las crisis de ansiedad. Parece que ciertas experiencias traumáticas que hayas podido experimentar a lo largo de tu vida pueden provocar este tipo de crisis cuando ya se padece este trastorno. Además, la genética también juega un papel importante.

Por otra parte, debes ser consciente de que la ansiedad puede ocultar un problema de salud más grave. A veces, los síntomas de la ansiedad podrían ser indicadores de una enfermedad. Por ello, es probable que el médico te haga una analítica y un electro para descartar una serie de problemas. Hablamos de diabetes, una enfermedad cardíaca, hipotiroidismo, problemas respiratorios, adicción a ciertas sustancias, dolor crónico, etc. En este punto, cabe destacar que podría deberse a un efecto secundario de algún medicamento.

Pero ¿sabes cuáles son las causas más comunes que propician este tipo de ataques? Entre los factores de riesgo destacan los que te presentamos a continuación.

Experiencias traumáticas

Si viviste una infancia marcada por el maltrato o tuviste que presenciar algún evento traumático, es posible que presentes mayor riesgo de sufrir un trastorno de ansiedad generalizada y, como consecuencia, crisis de ansiedad en momentos puntuales. Por otro lado, los adultos que experimentan un evento traumático pueden manifestar ansiedad por trauma de igual modo.

Acumulación de estrés

Momentos importantes en nuestro desarrollo vital, como la muerte de un familiar, pueden provocar un exceso de ansiedad. Pero también pueden hacerlo situaciones como una elevada carga de estrés sostenido en el trabajo o problemas económicos y de familia continuados en el tiempo.

Acumulación de estrés

Una situación que nos provoque nerviosismo y temor, como viajar en avión, un examen importante, ir al médico o una entrevista de trabajo, también podrían desencadenar una gran crisis de angustia.

Trastornos de la personalidad

Determinados tipos de personalidad son más propensos a padecer una crisis de ansiedad que otros. Sin embargo, si presentas algún trastorno mental como la depresión, es frecuente que también experimentes crisis de este tipo en algún momento.

Cómo reconocer y reaccionar ante una crisis de ansiedad

¿Sabes cómo reaccionar a tiempo ante un ataque de ansiedad? Muchas veces no resulta sencillo controlar una crisis, pues en ocasiones el sentimiento de angustia es tan intenso que creemos morir. Por ello, es fundamental intentar no pensar que algo malo nos va a pasar. Cuánto más centremos nuestro pensamiento en ello, más intensos serán los síntomas.

Ataque de ansiedad

Recordemos que los síntomas pueden parecer alarmantes: palpitaciones, aceleración del ritmo cardíaco, mareos, náuseas, temblores, sensación de asfixia, dolor en el pecho, sudoración intensa o escalofríos, parestesias, sensación de despersonalización e irrealidad, etc. El cuadro puede empeorar si no somos conscientes de lo que nos ocurre y de cómo actuar.

– En primer lugar, debes recordar que las señales tan intensas qué sientes no son más que una respuesta fisiológica al estrés acumulado. Sé consciente de que no son peligrosas ni suponen una amenaza.

– Controlar la respiración es clave. Cuando se acelera e hiperventilamos, el oxígeno aumenta y el CO2 disminuye, provocando un importante desequilibrio. En este caso, inspira por la nariz lentamente, mantén el aire unos segundos y expira por la boca mientras cuentas hasta siete. Concéntrate en este ciclo de respiración hasta que consigas mantener la calma.

– Si el ataque de ansiedad le sucede a otra persona, no dudes en sentarla o tumbarla. Desabróchale cualquier prenda de ropa que apriete para así eliminar la sensación de ahogo y ayúdala a tranquilizarse.

– Una crisis tiene una duración de entre 15 minutos y una hora. Si ves que en media hora los síntomas no remiten o van en aumento, debes acudir a urgencias.

En definitiva, saber reaccionar a tiempo cuando notamos que se aproxima una crisis de ansiedad es de vital importancia. Pese a la angustia tan intensa que genera, e incluso sensación de muerte inminente, recuerda que se trata de una reacción fisiológica que, por lo general, no supone ningún peligro para tu organismo.